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‘Exodus’: detrás del clásico de Bob Marley que todavía inspira movimientos

Si algún álbum fue la obra maestra de Bob Marley, fue ‘Exodus’.

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Bob Marley Exodus
Cover: Courtesy of Island Records

Si algún álbum pudiera ser declarado la obra maestra de Bob Marley, ese sería Exodus. Grabado durante un período de exilio en Londres después de un ataque con armas de fuego en su casa de Jamaica, fue una declaración musical de gran autoridad que combinó visiones del drama bíblico con profundas expresiones de solidaridad y cariñosos sentimientos personales. Lanzado el 3 de junio de 1977, contiene algunos de los mayores y más queridos éxitos de Marley: “Jamming”, “Waiting In Vain”, “Three Little Birds“, “One Love/People Get Ready” y, por supuesto, la canción que le da título al álbum. La revista Time lo calificó como “el mejor álbum del siglo XX”.

Escucha Exodus en Apple Music y Spotify.

“Una figura de poder e influencia política”

Incluso antes de Exodus, Marley ya se había convertido en una de las figuras más conocidas del Tercer Mundo. Como señaló Timothy White en Catch A Fire: The Life Of Bob Marley, el astro del reggae fue “citado como poeta, anunciado como el Bob Dylan de las Indias Occidentales, incluso como el Jomo Kenyatta [primer ministro y padre fundador de la Kenia poscolonial] jamaicano”. Esto convirtió a Marley en una figura de poder e influencia política clave, le gustara a él o no. Al regresar a Jamaica después de la gira Rastaman Vibration en 1976, pronto se vio envuelto en los acontecimientos previos a las elecciones generales del 15 de diciembre.

El primer ministro en funciones, Michael Manley, embaucó a Marley para que aceptara actuar en un concierto gratuito llamado Smile Jamaica, patrocinado por el Ministerio de Cultura, que se llevaría a cabo diez días antes de las elecciones. Manley dedujo que este “Woodstock jamaiquino” ayudaría a calmar las tensiones callejeras antes de las elecciones, mientras que sin duda esperaba que el trato le diera un importante golpe de propaganda. Sin embargo, las tensiones estaban lejos de calmarse. Justo después del atardecer del 3 de diciembre, dos autos cruzaron la puerta principal de la casa de Marley en 56 Hope Road y de ellos bajaron varios hombres armados que atacaron la casa donde los Wailers estaban ensayando.

Marley fue alcanzado por una bala que le atravesó el pecho por debajo del corazón y se alojó en su brazo izquierdo. El cráneo de su esposa Rita fue rozado por una bala que la dejó milagrosamente ilesa, mientras que el manager de Marley, Don Taylor, recibió cinco balas en la parte inferior del cuerpo, que de alguna manera tampoco lograron matarlo. El concierto Smile Jamaica se llevó a cabo en el National Heroes Park de Kingston, dos días después, el 5 de diciembre. Con la bala aún alojada en su brazo, Marley demostró exactamente por qué el nombre de su calle era Tuff Gong, mientras él y los Wailers realizaron valientemente una actuación de 90 minutos frente a una audiencia de 80,000 fanáticos, que afortunadamente transcurrió sin incidentes. A la mañana siguiente, Marley salió de Jamaica y no regresaría por más de un año.

Después de un período de convalecencia en Estados Unidos, Marley y los Wailers se reunieron en Londres para comenzar a trabajar en Exodus en febrero de 1977. En ese tiempo, Marley vivía en varios domicilios de la capital, que a su vez se encontraban en medio de la agitación musical y cultural que provocaba el auge del punk. Los disturbios del carnaval de Notting Hill del año anterior habían dejado un legado de inquietud y malestar en las calles del oeste de Londres, donde Marley y los Wailers pasaban gran parte del tiempo mientras grababan en los Basing Street Studios de Island. Marley jugaba al fútbol en Hyde Park y salía con músicos como Levi Roots y el cineasta Don Letts, quien estaba estrechamente relacionado con The Clash.

La perspectiva punk compartida de aquel intruso de la sociedad

Si bien su música tenía poco en común con el sonido áspero y lleno de adrenalina del punk rock, Marley compartía la perspectiva punk de la sociedad como parte de un orden establecido que necesitaba cambiar. Después de que The Clash incluyera “Police And Thieves” de Junior Murvin en su primer álbum, Marley escribió “Punky Reggae Party”, una canción con una lista de invitados que dejaba muy claras estas mismas lealtades. “New wave, new craze/The Jam, the Damned, the Clash/Wailers todavía estarán allí/Dr Feelgood también”, cantó. El corte fue lanzado como cara B de “Jamming”, que alcanzó el número 9 en la lista de sencillos del Reino Unido, lo que confirma a Marley como una figura clave en la formación de la improbable pero duradera alianza entre el punk y el reggae del Reino Unido.

El roce con la muerte en Jamaica y el consiguiente cambio de atmósfera parecieron avivar creativamente a Marley. “Después del disparo, no quiero volver a pensar solo en el disparo”, declaró Marley a Vivien Goldman de Sounds. “Así que simplemente tranquilizo mi mente y me meto en un enfoque diferente. Lo que yo represento para mí siempre lo personifico. Jah [Dios] es mi fortaleza”. El “enfoque diferente”, en verdad, no era tan distinto de los álbumes anteriores, pero ahora Marley estaba aprovechando su principal fuente de inspiración con nueva confianza y apremio. Exodus tenía en su formato original de vinil, literalmente, dos lados distintos.

En el lado uno, el fuego y el azufre crearon un hervidero cuando Marley pintó un plan de acción ferozmente religioso y politizado para resolver los males del mundo en una serie de canciones –”Natural Mystic”, “So Much Things To Say” “Guiltiness”, “The Heathen”– que eran una más mesiánica que la anterior. Ese lado cerró con la canción que da título al disco, un llamado a las armas de siete minutos para una nación de almas desplazadas que camina hacia una nueva patria espiritual. “Sabemos a dónde vamos/Sabemos de dónde somos/Nos vamos de Babilonia”, cantó Marley contra un riff cíclico que se alcanzó la perfección, como arcilla que se moldean en el torno de alfarero.

Terminado el sermón, la fiesta comienza en el lado dos con “Jamming”, la canción que luego inspiraría “Masterblaster”, la oda de Stevie Wonder a Marley. “Waiting In Vain” fue una anhelante expresión de amor no correspondido que enfatizó la habilidad y el sentido del humor de Marley como escritor de letras, a menudo pasados ​​por alto: “Han transcurrido tres años desde que llamo a tu puerta/Y todavía puedo tocar un poco más/ Ooh niña, ¿es posible?” suplicó. Después de la simple expresión de optimismo encapsulada en “Three Little Birds” (“Every little thing going to be alright”), el álbum terminó con una repetición del sencillo “One Love” de Wailers de 1965, un mensaje inspirador de fe, armonía y solidaridad, que en aquel momento se empalmaba con la canción “People Get Ready” de Curtis Mayfield.

Exodus fue un enorme éxito en el Reino Unido, donde alcanzó el número 8 y permaneció en la lista durante 56 semanas consecutivas. En Estados Unidos, a pesar de una recepción entusiasta por parte de la prensa y la radio, solo alcanzó el número 20. Probablemente le hubiera ido mejor si la banda no se hubiera visto obligada a cancelar su gira por Estados Unidos debido a una lesión en el dedo del pie que Marley sufrió mientras jugaba al fútbol con algunos periodistas en París durante el mes de mayo. Dos presentaciones (de seis) en el Rainbow Theatre de Londres al final de la gira europea también fueron canceladas debido a esta lesión, la única nota preocupante en el momento del mayor triunfo de Marley.

Escucha Exodus en Apple Music y Spotify.

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