Las mejores canciones de Elvis Costello: 20 clásicos en evolución

Pocos compositores han abarcado tanto terreno como Elvis Costello en las últimas cuatro décadas: ha escrito música clásica, ópera, jazz, country y pop clásico, y sigue rockeando con ganas cuando está de humor. No es de extrañar que los fans más ávidos de Costello tiendan a ser tanto voraces coleccionistas de discos, como melómanos de mente abierta, al igual que el propio Costello. La lista de las mejores canciones de Elvis varía de un fan a otro, pero aquí hemos recopilado 20 temas imperdibles que cubren la mayor parte de su catálogo y gran parte de los estilos que ha recorrido.

¿Crees que hemos omitido alguna de las mejores canciones de Elvis Costello? Háznoslo saber en la sección de comentarios.

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Las canciones emblemáticas

Watching The Detectives

No importa en qué dirección musical se dirija, hay un puñado de canciones emblemáticas que Costello nunca puede salir del escenario sin tocar. “Watching the Detectives” fue una de las primeras canciones de Elvis que escucharon muchos fans y sigue siendo una de las más queridas, con su ritmo de reggae y su saludo de guitarra a la música de Bond de John Barry. Además de ello, aquella historia de Elvis sobre incluir a una cita indiferente en la película que está viendo, resume perfectamente los días de joven enfadado de Costello.

Alison

En el otro extremo emocional se encuentra “Alison”, posiblemente la primera gran balada surgida del movimiento New Wave y una canción de ternura conflictiva. Las versiones en vivo han ofrecido muchas variaciones a lo largo de los años. A diferencia de muchos compositores que se cansan de sus primeros éxitos, Costello ha seguido encontrando nuevos matices para este a través del tiempo. 

Clubland

El joven Costello dijo (en la letra de “Radio Radio”) que quería morder la mano que le daba de comer y se podría decir que pocas canciones lo consiguen hacer mejor que “Clubland”. Una canción de doble filo, donde su letra arroja una mirada cínica a los excesos de la cultura de los clubes nocturnos y el estilo de principios de los 80. Curiosamente, la canción era tan alegre y optimista (con un ritmo reggae influenciado por The Police) que esos mismos clubes nocturnos que criticaba la tocaban hasta la saciedad.

(What’s So Funny ‘Bout) Peace, Love & Understanding

La única canción emblemática que no compuso se la dio su amigo Nick Lowe (con la propia bendición de Lowe, quien la produjo), pero en manos de The Attractions, “(What’s So Funny ‘Bout) Peace, Love & Understanding” pasó de ser un suave tema rockero- country a un apremiante himno de su época.

Pump It Up

Otro clásico de los primeros días fue “Pump It Up”, un himno desde el principio, un potente golpe de energía maníaca y rimas implacables, y en el escenario, el vehículo perfecto para las introducciones de la banda.

Los favoritos de los fanáticos

Man Out Of Time

Algunas canciones de Elvis Costello no son tan famosas como para calificarlas de grandes éxitos, pero son aquellas a las que los fans invariablemente regresan una y otra vez. En lo alto de esa lista está “Man Out Of Time”, un tema que destaca del muy admirado Imperial Bedroom. En su primera canción de cinco minutos, la letra se acerca al territorio de Dylan, una narrativa densa en la que no se puede confiar en nadie, y mucho menos en el narrador.

High Fidelity

“High Fidelity” se gana un lugar aquí como el tema más bailable de Costello. Impulsado por las anfetaminas y los vinilos antiguos, él y The Attractions saltaron al soul de los 60 para el épico Get Happy!!, y con este tema demostraron que podían hacer un ritmo de Motown con lo mejor de ellos.

The Big Light

Casi cualquier canción de King of America, la reinvención de la música de raíces de Costello, podría ser candidata a favorita de los fans, pero “The Big Light” es una canción country que es tan enérgica como las buenas canciones de resaca. La canción impresionó a Johnny Cash lo suficiente como para encabezar un álbum con ella; la versión de Costello también ofrece un sabroso solo del guitarrista James Burton, quien pasó años tocando con el otro Elvis.

I Want You

Sin duda la canción de amor más aterradora de su catálogo, “I Want You” son casi siete minutos de pura obsesión, una canción de acosador donde la devoción del cantante se vuelve más extrema a medida que avanza. Fue la pieza central perfecta para Blood & Chocolate de 1986, un álbum de divorcio que incluía algunas de las guitarras más ruidosas, las voces más chillonas y las letras más desagradables de su carrera.

I’m In The Mood Again

Como antídoto a lo anterior, “I’m In The Mood Again” encuentra a Costello en su momento más cálido y esperanzador. Es el final de North, de 2003, un ciclo de canciones de piano que narra su segundo divorcio y la consiguiente nueva historia amorosa. Si buscas un álbum de baladas nocturnas que vaya directamente al corazón, prueba este.

La Crítica Social

‘Less Than Zero’

Costello ha sopesado los problemas sociales desde el primer día: su primer sencillo en el Reino Unido, “Less Than Zero”, fue escrito con disgusto después de ver a un racista siendo educadamente entrevistado en la televisión británica. Debido a que el significado no se tradujo en el extranjero, esta fue la famosa canción que interrumpió en Saturday Night Live, diciéndole a su banda que “no había razón para hacer esta canción aquí”.

Shipbuilding

Una de sus siguientes grandes canciones de protesta fue menos una diatriba que un lamento: “Shipbuilding” marcaba los efectos de la Guerra de las Malvinas, específicamente la reactivación del negocio de la construcción naval a costa de las vidas de sus hijos. Una rara colaboración autoral entre Costello y Clive Langer, donde su majestuosa melodía (y el solo invitado de jazz-noir de Chet Baker) destacó entre los espíritus estridentes del álbum Punch the Clock de 1983.

Tramp the Dirt Down

Costello atacaría a la era Thatcher y a la propia Margaret Thatcher, pero nunca con tanto veneno como en “Tramp the Dirt Down”, que expresa el deseo de poder sobrevivir a ella solo para pisotear su tumba. Los Chieftains agregan un toque inquietante a este tema de Spike. 

Tiempo de Gángster Americano

Para 2008, Costello había pasado suficiente tiempo en Estados Unidos como para justificar una canción de protesta con temática estadounidense, y “American Gangster Time” cumplió su cometido a la perfección, con muchas imágenes rápidas que reflejan la disposición estadounidense hacia la violencia y la corrupción. Además,  Costello se puso a rockear (con los recién bautizados Imposters) como no lo había hecho en años, por lo que cualquiera que prefiera esa faceta de su trabajo tiene que echarle un vistazo al álbum Momofuku.

No Flag

Escrito y grabado en una sesión rápida en febrero de 2019, “No Flag” fue el primer sencillo de Hey Clockface. Capturó proféticamente la angustia y el nihilismo de la era de la pandemia. Su emocionante sonido electro-punk no se parece casi nada a otras cosas en el canon de las mejores canciones de Elvis Costello.

Las Colaboraciones

Veronica

En las últimas décadas, Elvis Costello ha puesto mucho de su parte para colaborar con otros artistas y se ha desafiado a sí mismo trabajando con los mejores que existen. Lo más famoso es que saltó al ring con Paul McCartney a finales de los 80; su sesión de composición fue lo suficientemente fructífera como para producir temas destacados en dos álbumes de Costello y dos de McCartney. Uno de los primeros en lanzarse, “Veronica”, fue todo lo que los fans esperaban: un festín de grandes ganchos y profundidad lírica; la letra cuenta la historia de los últimos días de la abuela de Costello. Sigue siendo el sencillo más grande de Costello en los Estados Unidos.

God Give Me Strength

Los compositores modernos no se vuelven más icónicos que Burt Bacharach y aunque su colaboración comenzó por fax, se convirtió en una fuerte conexión que dio lugar a Painted From Memory, un álbum lleno de canciones sentidas. El clásico de estas sesiones fue el primero que escribieron juntos, “God Give Me Strength”. Escrita para la película Grace of My Heart de Allison Anders – una historia vagamente ficticia sobre el Brill Building – un semillero de composición de canciones de los años 60, combinó a la perfección la gracia melódica de Bacharach con la intensidad emocional de las mejores canciones de Elvis Costello.

Jackson, Monk y Rowe

Uno de los mayores éxitos de Costello fue The Juliet Letters, un ciclo de canciones de 1993 escrito e interpretado con el Brodsky Quartet de Inglaterra. No era estrictamente pop ni clásico, sino que se inspiró en ambos géneros. Una de las joyas fue “Jacksons, Monk & Rowe”, que parecía un tema pop clásico de Costello.

Ascension Day

A fines de 2005, Costello se asoció con el maestro de Nueva Orleans Allen Toussaint para algunas de las primeras sesiones de grabación en la ciudad después del huracán Katrina. Aunque impregnado de las recientes pérdidas de la ciudad, el álbum también muestra espiritualidad y esperanza, especialmente en las nuevas canciones que escribieron juntos. Un excelente ejemplo es “Ascension Day”, un majestuoso himno que adaptaron de una pieza de uno de los pilares musicales de la ciudad, Professor Longhair.

There’s a Story in Your Voice

La música country es otro amor perdurable de Costello y él se volvió a conectar con ella en el álbum conceptual de 2004, The Delivery Man. El ambiente callejero y de bar del álbum alcanza su punto máximo en “There’s a Story in Your Voice”, que atrapa tanto a él como a su compañera de dueto Lucinda Williams en un momento de salvaje abandono.

Otras menciones de honor incluyen colaboraciones con The Roots, Bill Frisell, Anne Sofie von Otter y algunas orquestas; sin mencionar docenas de temas en solitario también notables. Una vez que te sumerjas en su discografía, seguirás descubriendo más razones por las que Elvis es el rey.

El lanzamiento histórico de 1978 de Elvis Costello and The Attractions, This Year’s Model, se remasterizó recientemente en CD y vinilo negro de 180 gramos. Estos incluyen “Big Tears” y “Radio Radio” y una versión renovada del álbum con versiones en español, disponible para pre-oredenar en This Spanish Model.