Frank Zappa: cómo The Hungry Freak se convirtió en pionero del hazlo tú mismo
Con su propio estudio de grabación, Frank Zappa fue un artista independiente que allanó el camino para las generaciones futuras.
Líder de una banda, compositor, productor, propietario de una discográfica y posible presidente… Frank Zappa era todo eso. También fue una de las primeras estrellas de rock verdaderamente independientes. Encarnando el espíritu DIY (hazlo tú mismo) en todo lo que hizo, Zappa creó su arte estrictamente en sus propios términos, seleccionando a los mejores músicos y los mejores ingenieros para ayudarlo con su carga de trabajo lúcida e increíblemente prolífica.
Tom Wilson produjo los dos primeros álbumes de The Mothers Of Inventions (Freak Out! y Absolutely Free), pero después Frank tomó el timón. Veía a los miembros de su banda como sus “actores” y a él mismo como productor/director (en las notas de portada de Hot Rats describe el álbum como “una película para tus oídos”). Aliado a esto estaba su papel como pionero del avant-garde ¡Freak Out! de 1966 afirma estar entre los primeros álbumes verdaderamente conceptuales.
Música extraña y métodos fastidiosos
Zappa estaba completamente preocupado por la actividad – y la tecnología – de grabación, producción y composición, por lo que estaba encantado cuando Sunset Sound y los TTG Studios en Hollywood, así como los Whitney Studios, en Glendale, introdujeron la grabación de 16 pistas. Zappa incorporó este avance tecnológico en Hot Rats de 1969 (por el contrario, The Beatles grabaron “El Álbum Blanco” en ocho pistas, considerando que era un avance de sus lanzamientos anteriores de cuatro y dos pistas).
Si la música extravagante y los meticulosos métodos de Zappa parecían juguetones o anárquicos para los extraños, para su creador eran todo lo contrario: un método para su locura. Entre 1960 y hasta su prematura muerte, en 1993, Zappa estuvo al frente de varios conjuntos, incluidos sus propios Mothers y la Orquesta Sinfónica de Londres (su trabajo con esta última se ensambló a partir de más de 1000 ediciones).
Su propio estudio, construido a un costo de 3,5 millones de dólares, le permitió el lujo de la independencia en lo que respecta a la grabación, y contrató a dos ingenieros de tiempo completo para manejar los tableros. Aunque más costoso que utilizar a empleados de la compañía discográfica de manera ad hoc, este enfoque al menos significaba que el estudio de Zappa estaba manejado y listo para usar cuando lo necesitara. El estudio también contaba con una cámara anecoica (diseñada para absorber en su totalidad las reflexiones producidas por ondas acústicas o electromagnéticas), especialmente construida en la que Zappa podía tomar siestas entre sesiones, asegurándose de que nunca tuviera que alejarse cuando no quisiera.
Zappa podía editar cintas como nadie
El veterano ingeniero Mark Pinske comentó que “Zappa podía editar [cintas] como nadie más”, y, en ese sentido, Zappa era un verdadero posmodernista. En We’re Only In It For The Money, ensartó a los hippies y su ingenuidad contracultural al tiempo que también provocaba a las autoridades, una postura verdaderamente independiente a finales de los años 60, en la que Zappa prometió lealtad a ninguno de los bandos. Tampoco se limitó a un solo estilo musical, su espíritu independiente se abrió paso entre el ambient, la música concreta, el surf, la clásica, el doo-wop y el rock’n’roll de los años 50, además de música que se acercaba a modernistas difíciles como Igor Stravinsky, Edgar Varèse, y el genio electrónico francés Pierre Henry.
Con frecuencia Zappa construía álbumes con temas y comentarios recurrentes, los resultados tipo audio-vérité se sentían como si el proceso creativo en sí mismo estuviera siendo capturado mientras sucedía. Le dio a su música una sensación de trabajo personal antes de que “DIY” se convirtiera en una palabra de moda. De hecho, Zappa fue pionero en tener un sello discográfico independiente dirigido por artistas; aunque utilizó a las principales compañías discográficas para la distribución y el marketing, también hizo tratos que llevaron al nacimiento de los sellos Straight y Bizarre, luego a DiscReet. Esto dio lugar a una gran cantidad de lanzamientos de artistas de la talla de Tim Buckley, The Amboy Dukes y Ted Nugent, mientras que Zappa también participó en traer al Captain Beefheart, Wild Man Fischer, Alice Cooper y The GTOs (Girls Together Outrageously). (El álbum de este último, Permanent Damage, fue producido por Zappa con contribuciones del Monkee Davy Jones, Lowell George, Rod Stewart, Jeff Beck y Ry Cooder).
Absolutamente libre
Favoreciendo la libertad de expresión (luchó contra los “Filthy Fifteen” del PMRC) –organización que pugnaba por la censura en los discos- y las estrategias comerciales independientes, Zappa incluso consideró postularse para presidente con una fórmula independiente.
En sus memorias, The Real Frank Zappa Book, afirmó: “Hay millones de personas que aman la música, pero tienen gustos que difieren del ‘ideal corporativo’ – ahí es donde entran los sellos independientes. Sin embargo, a menos que una independiente se distribuya a través de un sello importante, lo más probable es que el minorista no pague su cuenta de noventa días – a menos que el independiente tenga otro éxito en puerta el próximo mes. El independiente por lo general no lo hace, pero el sello importante sí, y es este apalancamiento lo que hace que se paguen las facturas”.
Después de la muerte de Zappa, su esposa, Gail, siguió sus pasos, creando el Zappa Family Trust y lanzó 38 álbumes inéditos de las bóvedas. Un acuerdo con Universal Music Group aseguró que, como dijo el propio Zappa, la empresa independiente fuera distribuida por un sello importante. Trabajando juntos, se han embarcado en una serie de lanzamientos que aseguran que el catálogo de Zappa esté siendo conservado como se merece.
¿Absolutamente libre? Seguramente. De la creatividad alas prácticas comerciales, la mentalidad independiente de Zappa abrió un camino para muchos que lo siguieron.
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