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‘Honky Château’: Elton John, ‘Rocket Man’ y su ascenso al estrellato

En un castillo del siglo XVIII en Hérouville, Francia, Elton John preparó la continuación a ‘Madman Across The Water’.

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Elton John
Portada: Cortesía de Universal Music

Nadie podría discutir que fue el público estadounidense lo que le ayudó a Elton John a conquistar el mundo. Sin embargo, hubo otros lugares en sus primeros años de ascenso que fueron vitales para lograr esta victoria. Uno de ellos fue un castillo del siglo XVIII en la localidad francesa de Hérouville, donde John se dispuso a grabar Honky Château, la continuación de Madman Across The Water.

A unos 40 kilómetros al norte de París, el castillo albergaba un estudio de grabación al que Elton y su ya consolidada banda llegaron a principios de 1972. En este ambiente relajado, donde el reloj del estudio marcaba las horas con mucha más tranquilidad que en casa, él y su equipo principal – el bajista Dee Murray, el baterista Nigel Olsson, el nuevo guitarrista Davey Johnstone, el siempre presente co-escritor Bernie Taupin y el productor Gus Dudgeon – crearon la escena perfecta para un artista decidido a seguir abriendo nuevos caminos.

Las expectativas, a estas alturas, estaban aumentando palpablemente, al menos al otro lado del Atlántico. Sorprendentemente, Madman Across The Water no llegó a las listas en su lanzamiento inicial en el Reino Unido (a pesar de que su predecesor, Tumbleweed Connection, pasó 11 semanas en el Top 10 allí), mientras que muchos críticos se quejaban de la densidad en la construcción de sus canciones.

Pero el álbum se convirtió en disco de oro en Estados Unidos, incluso mientras realizaban esa estancia en Francia, y obtuvo doble platino al llegar los años 90. Elton había dedicado mucho tiempo a tener éxito en Estados Unidos, y Honky Château elevaría su apuesta a nuevos niveles. A él y a la banda les gustaba tanto el ambiente bucólico del château que se convirtió en su refugio creativo durante tres álbumes seguidos.

Sesiones de grabación: ‘Sorprenderán a algunas personas’

En los albores de 1972 Elton se adentraba cada vez más en el mercado estadounidense de álbumes de rock y en el terreno sagrado de la radio FM. Tras el gran éxito de “Your Song, los sencillos “Friends”, “Levon” y “Tiny Dancer” tuvieron un éxito más modesto en la radio pop AM de la Unión Americana, pero mantuvieron el impulso en un momento en el que la aceptación británica de su estilo, a veces introspectivo, era, en el mejor de los casos, irregular.

Con el traslado a Francia surgió la decisión de eludir el ya desgastado síndrome del cantautor y crear una vibra de “banda”. “Va a ser un álbum realmente Funky”, dijo Taupin en una entrevista a principios de ese año, según se cita en Elton: The Biography de David Buckley. “Esto sorprenderá a algunas personas. Creo que hemos llegado tan lejos como podemos a gran escala con arreglos de cuerdas y todo eso. Sólo queremos volver a las raíces”.

El nombramiento del escocés Davey Johnstone, de 21 años, surgió de la nada, pero resultó ser un acierto. Su llegada amplió el trío de Elton a un formato de cuarteto mucho más flexible, y demostró ser eminentemente capaz de pasar de su formación en música folk a un papel de guitarra solista orientado al rock que se convirtió en la base de la banda para las próximas décadas.

“Reunirse en el campo” ya era la imagen de un cliché del rock, pero había algo completamente agradable en las condiciones trabajo y de vida en este hogar lejos de casa que resultó gozosamente productivo. El ingeniero Ken Scott le dijo a Buckley: “Se había tomado la decisión de que Madman Across The Water fuera el final del Capítulo Uno y que ya era hora de seguir adelante y hacer algo completamente diferente, y ese algo era Honky Château”.

Escribiendo las canciones: ‘Era como la fábrica de éxitos de Motown’

Muchos días Bernie bajaba a desayunar con un montón de letras que Elton luego “visualizaba” y convertía en melodías que a menudo estaban completamente formadas. A continuación, trabajaba en las canciones con una banda que intuitivamente sabía cómo seguirlo mientras las composiciones salían de la página y se grababan en la cinta. Era el escenario soñado de las legendarias dos habitaciones de John y Taupin, pero ahora en el mismo castillo.

“No creo que nadie se dé cuenta de las presiones a las que se ven sometidos los artistas cuando graban, poniendo su cuerpo y alma en ello, y no puedo explicar la increíble diferencia que supuso trabajar en Francia”, declaró John a Sounds. “Llegamos con el estudio reservado y casi nada más, y durante dos semanas fue como la fábrica de éxitos de Motown. Bernie estaba arriba escribiendo y Maxine [su esposa] bajaba corriendo corrigiendo su ortografía, lanzando las letras al piano y luego yo trabajando en ellas con la banda sentada esperando tocar tan pronto como terminara”.

Ken Scott fue testigo de cerca de tan prodigiosa innovación. John, le recordó a Buckley, examinaba detenidamente las letras que le ofrecía Taupin. “[Él] las miraba y decía: ‘Oh, esa se ve bien’, la dejaba a un lado y seguía repasándolas hasta encontrar dos o tres que realmente le gustaban. Entonces se acercaba al piano y comenzaba a trabajar en ellas… donde Bernie podía haber escrito algo como un verso, Elton tomaba un par de líneas y las convertía en el estribillo. Era muy impresionante”.

En tan solo dos semanas habían terminado Honky Château. Elton conjuró la ilustración musical de la radiante letra de Bernie para “Rocket Man” en diez minutos y encontró el entorno preciso para la conmovedora nueva canción “Mona Lisas And Mad Hatters”. Otros temas, en particular la juguetona “Honky Cat” y las seductoras “Hercules” y “Mellow”, aportaron el sabor funk que el letrista había prometido, mientras que canciones como “Salvation” y “Amy” tenían una profundidad gloriosa. “Slave” tenía un aire country realzado por la steel guitar de Johnstone y “I Think I’m Going To Kill Myself” añadió un tanto de humor negro.

Lanzamiento y recepción crítica: ‘es el punto de inflexión en su carrera’

Los periodistas que tuvieron la oportunidad de escuchar una primera mezcla en bruto quedaron entusiasmados. Antes de finales de febrero, Penny Valentine escribía en Sounds: “El nuevo álbum hará más por Elton John que cualquier otra cosa que haya grabado antes. Es probable que sea el ‘gana amigos y gana gente’ de todos los tiempos, en el sentido de que es realmente el punto de inflexión en su carrera. Una carrera que durante los últimos 12 meses ha tenido un camino extrañamente lleno de baches en Inglaterra y le ha dado un paso difícil en términos de críticas”.

Mientras se preparaba para el lanzamiento de Honky Château, el 19 de mayo de 1972, el artista compartió ese sentimiento de logro y anticipación. “Sabes, Los Beatles hicieron cinco o seis álbumes de buen nivel y eso fue algo nuevo, algo especial que los llevó a un peldaño superior”, le dijo a Valentine. “Eso es lo que creo que esto va a hacer por mí, especialmente en este país donde siento que la gente me estima menos”.

“La gira que hicimos a finales del año pasado me demostró que la gente todavía quiere verme, pero creo que llegaron al punto en que sintieron que necesitaba desesperadamente una orquesta detrás de mí, que era débil y fabricado”.

“Rocket Man (I Think It’s Going To Be A Long, Long Time)” fue el candidato obvio para el primer sencillo, lanzado el 3 de marzo y fue un éxito instantáneo. En el Reino Unido cambió las reglas del juego para Elton y alcanzó el puesto número 2 detrás del éxito de T.Rex de su amigo Marc Bolan, “Metal Guru”. En Estados Unidos, la canción inspirada en una misión espacial alcanzó el puesto número 6, seguida de otro éxito en el Top 10 con “Honky Cat”.

El 15 de julio, Honky Château logró algo que Elton nunca había hecho antes en Estados Unidos y que ciertamente tampoco había logrado todavía en su propio país. En la lista de álbumes de Estados Unidos de esa semana, el álbum desbancó del primer puesto a Exile On Main St de los Rolling Stones, dándole al cantautor británico su primer número uno en los Estados Unidos. Se mantuvo en la cima durante cinco semanas y permaneció en la lista un total de 61. En julio ya era disco de oro.

Quizás lo más importante es que el álbum transformó su suerte en casa. Entró en el puesto número 2 de la lista, permaneciendo allí durante dos semanas y siete en el Top 10. Para un artista que se tomaba muy en serio sus rankings de ventas, este fue un momento significativo. Elton estaba ahora, verdaderamente enrachado.

Honky Château: el legado

El productor Gus Dudgeon, recordando las sesiones de Honky Château en una entrevista de 1975 con la publicación Circus Raves, dijo: “Hicimos muchas apuestas, y cuando resultó como resultó simplemente no podía creerlo. Fue el primer álbum en el que tocó toda la banda… a partir de entonces, Elton pudo subir al escenario y decir: ‘Esta es mi banda, este es mi álbum, de esto se trata’”.

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“Realmente todos alcanzaron nuevas alturas en Francia, especialmente con Davey en la banda”, dijo Elton en esa entrevista para Sounds. “Era la primera vez que nos reuníamos con él y nos dio a todos un gran impulso. No creo que ni siquiera Dee se diera cuenta de que podía tocar el bajo como lo hizo en esas sesiones.

“No creo que puedas llevar [esa] cosa del rock’n’roll por tu cuenta, no funciona”, continuó. “Y emocionalmente no creo que hubiera podido afrontarlo. Necesito a otras personas a mi alrededor y creo que hay que compartir el éxito. Si te lo guardas para ti, terminarás volviéndote completamente loco”.

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