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‘Start Me Up’: La historia detrás del clásico de los Rolling Stones

Trabajada por años y rescatada de la oscuridad, un clásico que casi no se terminó y que Keith Richards llamó ‘una casualidad’.

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Foto: Paul Natkin/WireImage

A medida que los Rolling Stones se preparaban para embarcarse en una gira mundial a finales de 1981, también estaban preparando una nueva colección de canciones para promover esta serie de conciertos en estadios. Sin embargo, por primera vez en la historia del grupo el nuevo álbum de estudio en el que trabajaban no consistiría en ningún material nuevo. En cambio, los Stones se estaban dedicando a escarbar sus bóvedas y revisar canciones olvidadas.

Siendo una seguidilla de discos bastante rápida, Some Girls de 1978 y Emotional Rescue de 1980 reforzaron el estatus comercial de los Stones de aquellos años, con cada álbum lleno de riffs de guitarra puntiagudos y ritmos vertiginosos.

Escucha ahora “Start Me Up” de los Rolling Stones.

Hambriento por algo nuevo, el mánager del grupo, el príncipe Rupert Loewenstein, preguntó en voz alta a Jagger y a Chris Kimsey (quienes diseñaron ambos álbumes) cómo crearían la continuación a esos discos. Kimsey, que había mantenido una bitácora completa de todo lo que el grupo había grabado con él, sugirió de inmediato explorar las canciones sobrantes que podrían rescatarse y considerarse para su lanzamiento.

Kimsey pasó meses revisando una montaña de grabaciones. “Si algo estaba sucediendo, me aseguraba de que quedara grabado”, dijo. Tan solo para Some Girls habían producido 150 carretes de cinta. “Así que no me sorprendió en absoluto volver y encontrar que de Goats Head Soup y Black and Blue, se había olvidado un material realmente bueno, de verdad”.

“Esa es una ventaja en la que realmente no piensas con una banda que dura mucho tiempo”, comentó Keith Richards. “De una forma u otra, terminas con una acumulación de material realmente bueno que, por una u otra razón, no tuviste la oportunidad de terminar o publicar, porque tenía el tempo incorrecto o era demasiado largo, razones puramente técnicas. ¿Sabes? A veces escribimos la canción por pedazos: solo conseguimos la melodía y la música, y luego preparamos las pistas y escribimos la letra. De esa manera, las pistas maduran como el vino: simplemente lo dejas en la bodega por un tiempo y sale un poco mejor unos años más tarde”.

La grabación

Mientras grababan en los estudios Pathé Marconi en París a fines de 1977, los Stones estaban trabajando en una canción basada en un lick de reggae que Keith había compuesto un par de años antes. La banda lo había probado para Black and Blue y evolucionó otro poco a través de múltiples tomas durante las sesiones de Some Girls.

“Muchas de las canciones de los Stones tardaban unos cuatro o cinco días en grabarse”, explicó Kimsey. “Tocaban cada canción durante tres o cuatro horas y luego pasaban a una nueva. Ese fue el patrón de grabación. Entonces, un día sería, ‘Oh, vaya, esta es una muy buena versión de esa’, y tomábamos nota de esa opinión y seguíamos adelante”.

Esta melodía en particular, que había desarrollado el título provisional de “Never Stop” a través de los balbuceos improvisados ​​de Jagger, parecía no estar completa. Durante un par de tomas, en medio de las innumerables versiones de reggae que estaban probando, el grupo había probado la canción con un ritmo de rock más directo, mientras Keith y el baterista Charlie Watts se enganchaban en un ritmo nítido y contundente. Sin embargo, luego abandonaron la idea. Keith incluso le ordenó a Kimsey que borrara la cinta. El trabajo sobre “Never Stop”, irónicamente, se paró en seco.

Habiendo desafiado las órdenes de Keith, Kimsey redescubrió las dos tomas de rock un poco más de tres años después y se las presentó a Jagger. Después de que Mick trabajara en algunas letras nuevas (sustituyendo “Never Stop” con la frase “Start It Up”), él y Kimsey se reunieron en París, donde la unidad de grabación móvil de los Stones estaba estacionada en un almacén en las afueras de la ciudad, y grabaron la voz de la canción. “Él daba el máximo rendimiento, moviéndose por todos lados”, recordó Kimsey. “Fue genial verlo e igualmente genial grabarlo. Sabe cómo manejar un micrófono”.

Consciente de las distintas fuentes que compondrían lo que se convertiría en el álbum Tattoo You, Mick trajo al famoso productor Bob Clearmountain para volver a editar las pistas y conseguir una experiencia de audio cohesiva. Al mudarse a los estudios en Nueva York a principios de 1981, Ronnie Wood y Keith afilaron las deslumbrantes líneas de guitarra gemelas de la canción con sobre-grabaciones, y Keith emergió con la clásica introducción de acordes potentes. La mezcla de Clearmountain de “Start It Up” levantó la batería, agregando peso extra a los constantes crujidos de los tambores de Charlie, que iban llenos de reverberación; también convirtió las guitarras en un punzante ataque de dos frentes.

Fue aquí donde Jagger refinó las voces finales, revisando el gancho principal de “Start Me Up”. La letra estaba cargada de insinuaciones relacionadas con las metáforas de las motocicletas, donde su “máquina malvada” lo acelera y lo tiene “caliente”, y hace referencia explícita a la canción de la cantante de blues Lucille Bogan “Shave ‘Em Dry” en las líneas finales.

El lanzamiento

Lanzado en agosto de 1981, 10 días antes de que Tattoo You saliera a la venta, “Start Me Up” fue un regreso seguro y fresco para los Rolling Stones. Menos temerarios que sus recientes salidas punky, los licks llenos de confianza sonaban como la definición misma de una canción de los Stones. Alcanzó el Top Ten en el Reino Unido y Estados Unidos y llegó al número uno en Australia, así como en la lista Top Tracks de Billboard, donde pasó 13 semanas sin precedentes en la primera posición, un récord que permanecería invicto hasta 1994.

Se ha convertido en la sexta canción más tocada de los Stones en sus conciertos, apareciendo en todas las giras desde su lanzamiento. En particular, se interpretó como parte del espectáculo de medio tiempo del grupo en el Super Bowl del 2006.

“Start Me Up” también recibió mucho impulso en 1995 cuando Microsoft la usó para enmarcar su primer comercial de televisión, lanzando Windows 95 y su pionero botón de inicio con gran éxito. Esto le dio a los Stones $3 millones de dólares. “La compra de ese gancho clásico”, informó Newsweek, “simboliza la forma brillante en que los magos del marketing de Microsoft han logrado transformar un grano de arena tecnológico en el Monte McKinley del software…”.

Hoy, “Start Me Up” se erige como una imponente obra maestra cuyos riffs característicos identifican de inmediato a sus legendarios autores. A pesar de su estatura inconmensurable, el hecho de que la canción casi evadió a la banda todavía les molesta incluso ahora. “El hecho de que me perdí ‘Start Me Up’ durante cinco años es una de mis decepciones”, admite Keith. “Simplemente pasó por encima de mi cabeza, pero no puedes atrapar todo”.

Escucha ahora “Start Me Up” de los Rolling Stones.

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