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‘A Girl Like Me’: cómo Rihanna puso su sonido en movimiento

El segundo disco de Rihanna, ‘A Girl Like Me’, la vio evolucionar más allá del dancehall y la presentó al mundo como una fuerza pop en crecimiento.

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Rihanna A Girl Like Me
Cover: Courtesy of Island Def Jam Music Group

Al observar la trayectoria profesional de Rihanna, la mayoría de las personas señalan su sencillo debut de 2005, “Pon De Replay”, o el gran éxito internacional del 2007, “Umbrella”, como su punto de partida. Pero fue su segundo álbum, A Girl Like Me, el que echó a andar el futuro de Robyn Rihanna Fenty.

El dancehall “chune” de “Pon De Replay” mostró la habilidad del ícono de Bajan para combinar sus raíces musicales nativas con el atractivo comercial; lo cual, al comienzo de su carrera, hizo que a menudo la crítica la encasillara injustamente. Es por eso que mientras “Umbrella” la catapultó a nuevas alturas como una superestrella que de pronto se volvió “mala”, sus dos álbumes anteriores suelen ser pasados por alto.

Escucha A Girl Like Me en Apple Music y Spotify.

A Girl Like Me comenzó con un éxito de radio que sampleó la versión synth-pop de Soft Cell de 1981 del éxito de “northern soul” de Gloria Jones, “Tainted Love”. “SOS” – y su respectivo gancho “la la la” – alcanzaron el número uno en la lista Hot 100 de Billboard y en la de Dance Songs. Este fue un gran regreso luego del éxito inesperado de “Pon De Replay”, continuando con la experimentación de géneros de Rihanna.

Más que una chica promedio de 18 años

Lanzado el 10 de abril del 2006, A Girl Like Me demostró que la estrella de Def Jam y protegida de Jay-Z era más que una chica promedio de 18 años. Para el momento de su lanzamiento, ella adoptaría el apodo de un solo nombre (una verdadera señal del andar de una diva) y posteriormente a “SOS” colocaría dos sencillos más en el Top 10.

El primero de ellos fue “Unfaithful”. Inspirado en Evanescence, es una oscura balada de piano que comienza con una apertura sobre “la historia de mi vida”, misma que se desarrolla a través de un relato de amor no correspondido, escrito por Ne-Yo y producido por Stargate. El segundo, “Break It Off”, fue un éxito de dancehall que recordó los riddims de su álbum debut, Music Of The Sun, y contó con la participación de Sean Paul. “We Ride”, el tercer sencillo de A Girl Like Me, trae el espíritu del hip-hop soul de los 90 hasta mediados de los 2000. Si bien la canción no obtuvo el mismo éxito comercial que sus predecesores inmediatos, su base de fanáticos fervientes todavía la considera una favorita de culto bastante subestimada.

Fuera de estos sencillos, los oyentes pudieron experimentar los indicios más reales de la emergente personalidad musical de Rihanna. Aunque su álbum posterior iniciaría la fase Good Girl Gone Bad, canciones como “Selfish Girl” resultaron ser un testimonio de su naturaleza “por cualquier medio necesario”. Oculta bajo un arreglo burbujeante de reggae-pop, “Selfish Girl” implica que Rihanna está dispuesta a aventurarse al lado oscuro si eso significa complacer a su enamorado. Esta es la premisa implícita de A Girl Like Me. Si bien el álbum no llega tan lejos como los látigos y las cadenas de “S&M”, ciertamente es un indicador de lo que estaba por venir.

Sentando las bases para el dominio cultural

Mientras que su siguiente álbum, Good Girl Gone Bad, fue sencillo en su título, A Girl Like Me camina por la delgada línea entre la sexualidad abierta y el pop amigable para la radio, como se puede ver en el viaje rocksteady “Kisses Don’t Lie”. El álbum logra un equilibrio perfecto entre esos éxitos “creadores de estrellas” que impulsarían a Rihanna a la cima de la fama y su propia identidad musical. Una que está inspirada en sus raíces nativas y su arte personal. Por cada balada pop y R&B del disco, hay la misma cantidad de temas dancehall y soca.

Rihanna no fue la primera artista en incorporar el argot patois en la música pop. Todos, desde Bob Marley hasta Shabba Ranks y Sean Paul, lo habían estado haciendo durante años. Pero Rihanna fue sin duda una de las primeras artistas solistas en hacerlo a gran escala, dirigiéndose a toda una generación en el proceso. Desde “Dem Haters” (con Dwayne Husbands, también nativo de Barbados) hasta “Crazy Little Thing Called Love” (que se inspira en Marley, Barrington Levy y Dawn Penn), Rihanna lleva con orgullo sus influencias a flor de pecho y pone el foco en la música caribeña.

A Girl Like Me no solo presentó al mundo ante una fuerza pop emergente que había que reconocer, sino también a una artista seria en su oficio, sentando las bases para el completo dominio cultural que tendría en el futuro cercano.

A Girl Like Me se puede comprar aquí.

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