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‘Redemption Song’: la historia del himno atemporal de Bob Marley

El último testamento de Bob Marley, ‘Redemption Song’ sigue emitiendo su mensaje de emancipación por todas partes.

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Bob Marley Redemption Song
Foto: Adrian Boot

“Redemption Song”: parece que todos los melómanos conocen esta canción. Es el himno de himnos de Bob Marley, un testamento que nos pasó al final de su vida para hacernos reflexionar sobre cómo habíamos llegado hasta aquel momento, darnos cuenta lo mucho que nos haría faltaría el cantante cuando ya no estuviera, y para ayudarnos a continuar en su ausencia. Si eso suena como una exageración, busca en internet: hay innumerables personas, miles de ellas, que utilizan la música de Bob Marley para seguir adelante en medio de las exigencias de una vida dura y difícil.

Una excepción, pero no una aberración

La idea de que las canciones pueden traer redención ha hecho eco a lo largo de los siglos. El miserable que se salvó en “Amazing Grace” fue rescatado del infierno por una canción que decía: “qué dulce es el sonido”. El crimen espantoso que había cometido era el mismo crimen del que habla Bob Marley en su “Redemption Song”: el escritor de “Amazing Grace” era un traficante de esclavos; Bob Marley era descendiente de esclavos. Las canciones de Marley lo liberaron, lo convirtieron en alguien importante, aún cuando él era muy consciente de que la esclavitud mental puede existir incluso cuando se dice que eres libre.

Si bien “Redemption Song”, en la que Marley se acompaña solo con una guitarra acústica, a menudo se considera una excepción en el canon del cantante, no se trata de un error. Bob, como la mayoría de los músicos de su generación, estuvo influenciado por el boom del folk de principios de los 60. Él estaba al tanto de Bob Dylan, y su grupo, inclusive The Wailers, adaptaron “Like A Rolling Stone” para hacer su propia “Rolling Stone”. Para los jamaiquinos pobres, ser dueño de una guitarra acústica – ya sea una que estuviera maltratada o fuera de esas guitarras construidas con caja de cigarros en casa – era todo a lo que podían aspirar en lo que respecta a la expresión musical. Marley escribía sus canciones con una guitarra acústica, por lo que de vez en cuando en la sala de ensayo de The Wailers se colaba una canción con un estilo más suave de lo habitual. Fue apenas cuando firmó con Island en 1973, y que pudo permitirse el lujo de dirigir una banda eléctrica de forma permanente, que este aspecto “suave” de su música empezó a dejarse atrás.

En cuanto a la letra de “Redemption Song”, su creación siguió un patrón similar donde tomaba influencias de distintos tipos de música sin desviarse por completo de las normas del reggae. Marley estaba en contacto con artistas de Jamaica y los Estados Unidos que también escribían canciones que tocan este tipo de conceptos. Bob Andy, con quien Marley había grabado en Studio One en los años 60, tocó el concepto de esclavitud mental en su brillante canción de 1977 “Ghetto Stays In the Mind”: una vez que haz pasado por una larga lucha, esta nunca te abandona. James Brown, el hombre soul que fue influyó a Bob Marley durante los años 60, habló de “una revolución de la mente” en el título de un álbum y en el verso final del sencillo antidrogas de 1972 “King Heroin”, donde presentaba a la adicción como una forma de esclavitud. Toots & The Maytals, cuya carrera fue paralela a la de Bob Marley & The Wailers, aunque sin el gran rompimiento global y comercial que logró Bob, lanzaron la conmovedora pero movida “Redemption Song” en 1973, pidiendo liberación y buscando palabras que pudieran agradar a Dios. Además, el himno de Bob cita a Marcus Garvey, específicamente las palabras “Emancípate de la esclavitud mental… nadie más que nosotros mismos puede liberar nuestras mentes”, que se extraen de un discurso de 1937 pronunciado por este nacionalista negro y filósofo y activista panafricano, que también nació en Jamaica. El compañero del sello de Bob en Island Records, Burning Spear, obtuvo una gran determinación e inspiración a partir de las enseñanzas de Garvey, además de que Spear es un admirador de la música de Bob Marley. En 1978, el propio Bob lanzó un sencillo en Jamaica que cubría algunos de los mismos temas, “Blackman Redemption”. Entonces, lejos de ser una excepción, en realidad “Redemption Song” estaba en el corazón de la música jamaicana y sus influencias, aunque su formato rítmico difería de la mayoría del reggae.

Un último testamento

“Redemption Song” fue una composición seria porque Bob sabía que su tiempo en la Tierra estaba severamente limitado cuando la escribió. En el verano de 1977, a Bob le habían diagnosticado un melanoma maligno debajo de la uña del pie. Había decidido no amputarse el dedo, como habían sugerido los médicos. Bob siguió de gira, escribiendo y grabando, pero a los dos años estaba enfermo y parecía demacrado en comparación con la estrella optimista de mediados de los 70. La muerte estaba en su mente; su esposa, Rita, ha dicho que tenía un dolor intenso y que había estado escribiendo material que “trataba de su propia mortalidad… particularmente en esta canción”.

Las primeras grabaciones de “Redemption Song” cuentan con The Wailers como acompañamiento; Bob grabó al menos 15 versiones con su leal grupo en 1980. También hubo una toma acústica y varios cortes con letras modificadas para su uso en sistemas de sonido reggae, como es habitual en la música jamaicana. Algunas de estas versiones eran bastante movidas, utilizando lo que es casi un ritmo de ska.

Fue el hombre que había contratado a Bob para Island, el jefe y fundador de la compañía, Chris Blackwell, quien sugirió que una versión acústica podría tener más impacto. Bob estuvo de acuerdo, y tenían razón; esta canción no necesitaba adornos. Así fue como una versión acústica de “Redemption Song” se convirtió en la pista final de Uprising, el último álbum de Bob Marley & The Wailers lanzado durante la vida del cantante. Un último testamento, si quieres verlo de esa manera.

Atemporal e inspirador

La canción tomó en cuenta los propios sentimientos de Marley sobre su triste fallecimiento, la esclavitud y su impacto en las mentes de sus descendientes, la religión y el destino (“Tenemos que cumplir con el libro”), pero no se olvidó de dirigirse a sus fans. No temas, decía la canción. Tu existencia no está definida por los poderes mundiales, por la destructividad, por el mal; tu propósito no lo dicta el poderoso, sino el Todopoderoso. Tus héroes pueden morir, puedes sentirte oprimido, puedes sentir que no puedes evitar que sucedan cosas malas, pero el universo es más grande que eso. Únete a esta canción. Tienes el poder de liberar tu mente y tu alma. Puedes ser redimido.

Inmediatamente, y bajo este sorprendente contexto que tuvo el álbum, las cualidades inquietantes de “Redemption Song” hicieron que su mensaje se difundiera ampliamente. El cáncer se apoderó del cuerpo de Marley en mayo de 1981, 11 meses después del lanzamiento de Uprising. Tenía solo 36 años. Pero los discos y la imagen de Marley continuaron esparciendo su trabajo, y “Redemption Song” ahora se considera un himno de emancipación, a la altura de los mejores y más vitales discos que llevan un mensaje, y, sorprendentemente, lo logró sin tratar de darle un sermón al escucha. Un hombre con una enfermedad terminal que había crecido en la pobreza más abyecta entregó un mensaje vital de la manera más amable, y aún resuena en todo el mundo.

Más tarde se publicaron otras versiones, entre ellas algunas que fueron grabadas con The Wailers, y muchas tomas en vivo. Una que quizás sea la más conmovedora de todas fue la que grabaron en el último concierto de Marley, en Pittsburgh, el 23 de septiembre de 1980. Dos días antes, se había desmayado mientras hacía jogging en Nueva York. Ya gravemente enfermo, la grabación de Pittsburgh encontró a Bob presentando su obra maestra como “esta pequeña canción”. Los tambores de conga se unen a él, tal como lo hicieron en los días de los Wailers originales – el bombo toca al doble de tiempo como un latido de corazón, tal como los hacían los bateristas Rasta que habían sido el núcleo espiritual de su música desde mediados de los años 60. Esta fue una actuación más que valiente; fue atemporal e inspiradora.

“Redemption Song” se ha escuchado en películas de Hollywood. Ha sido versionada por Joe Strummer; Stevie Wonder, quien era a la vez admirador y héroe de Bob; Ian Brown; el grupo femenino Eternal; Madonna; Alicia Keys; y John Legend para conmemorar la muerte de Nelson Mandela… Es una canción que resuena en todos los públicos. Y seguirá tocando los corazones hasta que terminen las luchas de los pobres y los oprimidos y los inquietos y los insatisfechos. Así que puedes esperar que siga sonando para siempre, mientras haya oídos para escuchar, corazones para tocar y mentes para emancipar.

Escucha lo mejor de Bob Marley en Apple Music y Spotify.

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