‘Made In Heaven’: el triunfal último álbum de Queen
El decimoquinto álbum de estudio de Queen fue un conjunto de trece canciones meticulosamente reunidas de un período que abarca desde 1980 hasta 1995.
Todos lloraron la muerte de Freddie Mercury a la edad de 45 años en su casa de Kensington la noche del 24 de noviembre de 1991. Cinco meses después, el concierto tributo a Freddie Mercury celebrado el lunes de Pascua, 20 de abril de 1992, en el estadio Wembley de Londres fue una celebración de su vida, una vivida al máximo. Hubo muchos que pensaron que lo que presentaron aquel día era todo lo que quedaba de las últimas grabaciones de la banda con Freddie al frente. Sin embargo, cuatro años después, Brian May, John Deacon y Roger Taylor lograron construir un nuevo álbum por completo en el que aparecía Freddie en el que se incluían sus grabaciones finales de 1991, material sobrante de álbumes anteriores y reelaboraciones de canciones que se ajustaban a la perfección de las aventuras como solistas de May, Taylor y Mercury.
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El nuevo trabajo, Made In Heaven, salió a la venta el 6 de noviembre de 1995 y era un conjunto de trece canciones meticulosamente compiladas de un período que abarca desde 1980 hasta 1995. Estas incluían a Freddie capturado en los Mountain Studios durante sus últimos meses en esta tierra, junto con grabaciones póstumas que tuvieron lugar en Allerton Hill, Rossford Mill y Metropolis Studios. En estas sesiones se agregó una nueva instrumentación a las vocalizaciones disponibles de Mercury. Sabiendo que se estaba muriendo, Freddie había grabado varias cosas en Suiza para usarlas en el futuro. Según Brian May, les había dicho a los demás: “’Puedo pasar unas horas’; nuestro plan era hacer todo el uso que pudiéramos de él. Sabes que nos dijo: ‘Hazme cantar cualquier cosa, escríbeme cualquier cosa, la cantaré y te dejaré todo lo que pueda'”.
Después de la muerte de Freddie, Deacon y Taylor trabajaron en crear una base para sus grabaciones mientras May promovía su álbum Back To The Light. Sin embargo, esas sesiones no se sentían del todo exitosas, por lo que el trío comenzó desde cero con la ayuda del confiable Dave Richards. Lo que produjeron fue un trabajo de amor que el mismo May considera a la altura de los mejores trabajos de Queen y que en su totalidad es una obracoherente.
El disco comienza con la canción “It’s A Beautiful Day”, una improvisación realizada en Musicland, Munich de 1980. Una pieza simple y optimista con unos matices clásicos agregados por Deacon. Era una hermosa canción que disipó la mayor parte de la inquietud que cualquier fan de Queen podría haber sentido al comprar el nuevo álbum.
“Made In Heaven” de Freddie es una reelaboración de la canción de su álbum Mr. Bad Guy, en el que ninguno de los otros había tocado hasta ahora. La voz se aisló y luego Roger, John y Brian le sumaron el sonido característico de Queen.
La balada de rock, “Let Me Live”, había sido pensada para el álbum The Works y, por lo tanto, estaba prácticamente intacta y lista para salir al aire. Supuestamente era una canción que querían presentarle a Rod Stewart y algunos afirman que este cantante y Jeff Beck aparentemente aparecieron en una sesión inicial para probar la canción, que es un tema rockero conmovedor. En su versión más nueva, la canción también lleva coros agregados con cuatro cantantes adicionales, incluyendo a Catherine Porter de The Brian May Band y la sudafricana Miriam Stockley, que le agregan nuevas capas de dulzura.
“Mother Love” es importante ya que fue la última canción que Mercury y May escribieron juntos y contiene la última interpretación vocal de Freddie, de mayo de 1991. Incapaz de completar su parte, Mercury se retiró enfermo y fue May quien cantó el verso final. En la nueva versión hay un sample del concierto de Queen en el estadio de Wembley de 1986 y fragmentos editados de “One Vision”, “Tie Your Mother Down” y una versión del clásico de Goffin y King “Goin’ Back”, este último fue el lado B del alter ego de Freddie/Larry Lurex de 1972, “I Can Hear Music”.
“My Life Has Been Saved” de John Deacon ya había estado disponible como cara B del sencillo “Scandal”, pero en este disco la banda le aporta un nuevo arreglo. Aquí, el bajista agrega guitarra y teclados a una canción que evolucionó de ser un demo a toda una pieza consumada.
“I Was Born To Love You” evolucionó a partir de la grabación del sencillo que Mercury hizo para Mr. Bad Guy en 1984. Los demás miembros de Queen tomaron aquello y lo trabajaron en forma de remix, agregando instrumentalizaciones y sampleos de improvisaciones del cantante para “A Kind Of Magic” y su corte como solista “Living On My Own”.
Apegándose al proceso sin sintetizadores de los primeros álbumes (Queen era consciente de que los fans lo preferirían así), fue que cada miembro martilló su parte sobre esta plantilla rockera. “Heaven For Everyone” de Roger Taylor encaja perfectamente dentro de este formato. Ya era una canción suficientemente sólida cuando apareció en The Cross Project de Roger, donde Freddie cantó como invitado para el álbum Shove It. Pero ahora era lanzada con el tratamiento sincero de Queen. Esta canción fue publicada como sencillo en octubre de 1995 y despertó el apetito por este álbum que le siguió un mes después, alcanzando el número 2 en el Reino Unido y dándole a Queen un disco de plata por ventas de más de 200.000 unidades.
“Too Much Love Will Kill You”, escrita por Brian, era una canción universal que tenía connotaciones específicamente personales, no tanto para Freddie (ya que no fue escrita pensando en él), sino para el propio May. Por un lado, este apasionante tema de Queen ya lo habían probado para posiblemente incluirlo en The Miracle. Por otro lado, este era un sencillo que ya había estado disponible por sí mismo y como parte del álbum Back To The Light (1992) de Brian, así que para incluirlo en Made In Heaven, May y sus coautores Frank Musker y Elizabeth Lamers llegaron a un acuerdo que permitiría resucitar esta pieza. Se trata de una canción más suave y reflexiva de lo que uno podría asociar con Queen, la cual ganó el premio Ivor Novello a la “Mejor canción musical y líricamente” en 1997 y es una canción que se ha convertido en una de las favoritas entre los fans.
Dave Richards debería ser quien se lleve el crédito por construir “You Don’t Fool Me” a partir de cintas recuperadas de letras y voces dispares que pasó horas remodelando. Con ello, le dio a los demás músicos de Queen la base para musicalizar esta toma descartada de Made In Heaven. Una vez que Richards completó esta monumental tarea, Brian, Roger y John se dispusieron a convertir esas letras en una canción memorable.
La última canción original rescatada es la acertadamente llamada “A Winter’s Tale”, escrita mientras Freddie miraba por la ventana de su sanatorio con vistas al lago de Ginebra, Suiza. Es la última canción que escribió solo (“Mother Love” fue una colaboración con Brian), una ensoñación con una letra escapista que parece presagiar los pensamientos de un hombre que recuerda la infancia, su pasado y un escape hacia la tranquilidad infinita.
Hacia el final del álbum destaca un “repris” de “It’s A Beautiful Day” y un diminuto mantra vocal llamado “Yeah” (de apenas segundos de duración). El CD incluía el “track 13” adicional, con loops y secuencias ambientales que posiblemente fueron influenciadas por la pista inédita (pero pirateada) de los Beatles “Carnival Of Light”.
Con sus muchos temas positivos: vida, amor, belleza, Made In Heaven fue mejor de lo que nadie hubiera esperado. Se podían encontrar todos los ingredientes del Queen clásico: voces corales, Freddie en pleno vuelo, la banda dando un paso hacia al glam rock y sin miedo a experimentar. En cuanto a las ventas, encabezó nueve listas, incluidas las del Reino Unido, Alemania e Italia. Devolvió a Queen al estatus de disco de oro en los Estados Unidos y recibiría la certificación 4x Platino en la tierra natal de Queen.
Veinte años después, Made In Heaven suena como algo que simplemente tenía que crearse. Permitió a May, Deacon y Taylor desahogarse emocionalmente y recuperar su perspectiva. Lo que había comenzado en Smile tantos años antes terminaba con una nota agridulce. Pero después de que se secaron las lágrimas, la vida continuaría, como dijo Freddie Mercury: “Con los sueños del mundo en la palma de tu mano”.
